Mazzy Star: David Roback y Hope Sandoval. |
La sensualidad en la voz de Hope Sandoval surge de una
extraña combinación entre apatía y una fragilidad que apenas se asoma, que se
muestra lo suficiente para dejarnos con las ganas de querer descubrir ese
misterio. Como toda buena encantadora, Sandoval no usa todas sus armas de una
sola vez, sino que las despliega lentamente, seductoramente, fundiéndose con
las guitarras de forma pausada y elegante.
Y no es raro que ambos elementos (voz y guitarra) se unan de
esa forma, porque, a diferencia de lo que se piensa Mazzy Star no es una
artista solista acompañada de una banda, sino que es un dúo, un dúo de ambos
sexos con vocación de artista mujer: una guitarra masculina intentando rescatar
el misterio de la sensibilidad femenina, buscando transformarse en la otredad que
es para el hombre la mujer, apoyándose en la voz de esta musa que la inspira y
la incita a seguirla, a encontrar el misterio y desenterrar el secreto. Sin embargo,
la guitarra no puede dejar de ser lo que es y, a ratos, se muestra
delicadamente viril, un riff sutil por acá, una experimentación psicodélica un
poco más adelante, un bluesesito más allá, necesito expresarme, dice, no
podemos jugar siempre sólo a tu juego.
Es probablemente en esta oposición cariñosa, amante, de la
que surge la particularidad de este dúo. Es una adorable batalla de los sexos donde
el hombre se deja vencer conscientemente por la mujer, para conocerla y
acercarse a sus profundidades. Una batalla que se despliega amorosamente,
sutilmente y que termina con ambos oponentes fundidos en un cálido viaje de
ensoñación, al que nos invitan y resulta tremendamente cautivador.
Es sábado, una tarde de sábado, y las nubes están grises y
flojas… yo también. Creo que me acomodaré en mi sillón, me pondré mis audífonos
y me dejaré llevar por el beso suave y el abrazo acogedor que es la música de
Mazzy Star.