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miércoles, 9 de noviembre de 2011

The Gutter Twins: Los Gemelos del Desagüe. (Parte II)

Mark Lanegan.

El llanero no tan solitario.
La larga lista de colaboraciones del siempre inquieto Lanegan se hace interminable y repleta de los nombres más destacados de la música de los últimos 20 años, convirtiéndose así en una especie de Rey Midas, otorgando categoría y calidad a todos los trabajos donde ha intervenido. Su grado de involucramiento es variado, desde pequeños coros y voces secundarias en una infinidad de temas para los más diversos artistas, hasta su rol como co-compositor y voz principal en discos que suma a su abultada discografía individual, sin embargo en todos ellos ha sido capaz de dejar impreso ese sello de calidad indudable y que nos muestra a un artista de una consecuencia y coherencia envidiables.

Algunas de sus colaboraciones más destacadas son las siguientes:


Mad Season: Desde temprano sus asociaciones llamaron la atención debido a los nombres involucrados. Su primer registro importante lo encontramos en la súper banda noventera Mad Season, donde unió talento con Layne Staley de Alice in Chains y Mike McCready de Pearl Jam, entre otros. El único disco de la banda, Above (1995), se transformó en una joyita para los seguidores del grunge, y aunque su participación es pequeña (sólo dos temas), es suficiente para que la potente presencia de su voz se haga sentir.

Queens of the Stone Age con
Lanegan incluido.
Queens of the Stone Age: Sin lugar a dudas lo más mediático que ha logrado el ex-Screaming Trees se encuentra en su paso por Queens of the Stone Age, con quienes participó en al menos 3 discos durante su época de mayor auge comercial y artístico (Rated R (2000), Songs for the Deaf (2002) y Lullabies to Paralyze (2005)), llegando incluso a “actuar” en el popular video de No One Knows, y ser considerado miembro estable de la banda para un par de giras. Aunque su contribución es casi meramente interpretativa, a nivel compositivo se anota algunas letras notables. Esta intensa relación con QotSA, deriva del estrecho lazo que tiene con Josh Homme (único miembro permanente y cerebro de los Queens) desde los tiempos de Kyuss, y que incluye el fugaz paso de Homme como segundo guitarrista en Screaming Trees durante la gira de Dust, y que culminaría con la formación de la Mark Lanegan Band para el disco Bubblegum (2004). Este trabajo cuenta con la activa participación de varios miembros de QotSA, de la ex-esposa de Lanegan, del “chileno” Alain Johannes de Eleven, e incluso la notable colaboración de PJ Harvey como voz secundaria en un par de temas. Con senda lista de colaboradores queda claro que considerarlo un disco meramente solista de Lanegan sería un error, y además, explica la diferencia estilística de este trabajo con el resto de su discografía en solitario.

Lanegan junto a Isobel Campbell.
Isobel Campbell: Probablemente lo más destacado de esta plétora de colaboraciones se encuentra en los discos lanzados junto a la ex vocalista de Belle & Sebastian, Isobel Campbell. Con el lanzamiento del disco Hawk (2010) ya suman tres los trabajos que reúnen a ambos artistas, entre los que se percibe una química vocal innegable, y en los que se nota algo de la línea solista de Lanegan pero imbuidos de una mayor melancolía y sensualidad gracias a la exquisita voz de Campbell, quien además aporta sonoridades de cuerdas frotadas y una voz que es capaz de pasar de lo etéreo a lo terrenal como pocas. A pesar de que la trilogía es bastante pareja, definitivamente su primer intento Ballad of the Broken Seas (2006) es el mejor logrado, situándolo de inmediato como uno de los trabajos más destacados en que ha participado el nacido en Seattle.

1/2 Soulsavers junto a Lanegan.
Soulsavers: Este es uno de los proyectos que más me gusta pues demuestra a cabalidad la coherencia en la sonoridad de Lanegan. A pesar de tratarse de un dúo electrónico, Soulsavers se ha despachado dos trabajos junto al norteamericano, y tanto It’s not How Far you Fall, it’s the Way you Land (2007) como Broken (2009), mantienen completamente el estilo desarrollado a lo largo de dos décadas de trayectoria musical del colorín Lanegan, sin desviarse un ápice de la calidad y sobriedad a la que nos tiene acostumbrado y, muy por el contrario, agregando nuevas capas atmosféricas que enriquecen y amplían su propuesta. El dúo muestra un gran fiato con el vocalista y la admiración por su trabajo es evidente, llegando incluso a reversionar de gran forma un par de temas de Lanegan en solitario, Kingdom of Rain y Sunrise, ambos extraídos de Whiskey for the Holy Ghost (1993). Como dato anecdótico, en Broken, Soulsavers se anota la participación de otro baluarte noventero: Mike Patton.

En definitiva, todo el peregrinaje musical de Mark Lanegan nos muestra a un artista consecuente y de ideas claras, capaz de seguir su instinto musical y con un excelente ojo para elegir compañeros de labores, capaz de experimentar dentro de los límites de su interés, agregando sonoridades que enriquecen su propuesta (ya sea voces femeninas, sintetizadores, etc), sin perder nunca su sello personal. La robustez de su obra le confiere una credibilidad única entre sus pares, sin puntos bajos, haciéndola difícil de criticar y siendo imposible tildarlo de “vendido” u oportunista, o incluso otros epítetos menos agradables de los que sí han sido víctimas muchos de sus contemporáneos patiperros musicales como Chris Cornell o el ya citado Mike Patton.

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